lunes, 16 de enero de 2012

Adoctrinando nacionalismos.


En una clase de historia de segundo de bachillerato, Barcelona. Entra el profesor con un periódico en la mano. Antes de empezar la clase suele hacer un repaso a los titulares del día para que sus alumnos no olviden la realidad. El titular de hoy proclama así: El regreso de las dudas sobre la crisis pasan factura a España. (EL PAÍS | Madrid 04/01/2012)

Tras un breve repaso a la actualidad, comienza la clase.

Tema 2: Origen y consolidación del catalanismo (1833- 1901)

Causas de la transformación de la reivindicación cultural (recuperación del catalán en ámbitos cultos) a la reivindicación política:

Es básicamente, por cuestiones económicas ya que Cataluña tiene un desarrollo económico diferente al resto de España. Para empezar, Cataluña esta industrializada mientras que España tiene una economía agraria. Esta industrialización conlleva una urbanización y una apertura contrario al ámbito rural y el estancamiento (…)


Tras leer Las comunidades como movimiento antiseñorial, más concretamente la primera parte donde se hace un recorrido por el pensamiento historiográfico se me planteo la duda de si nuestros libros de texto serían objetivos puesto que nadie ponía en duda que no lo fuesen.

Esta idea fue decayendo en el olvido, mientras me zambullía en la rutina universitaria y sus miles de cosas por hacer, hasta que un día hablando por teléfono con una amiga catalana, Paula L. B., salió el tema del nacionalismo catalán quedo patente que a cada una nos habían dicho una cosa en las clases de historia. En ese momento la rete a que me pasase sus apuntes y así poder comprobar cuál presentaba errores o por qué no nos poníamos de acuerdo. Mi sorpresa llegó cuando observé que ni en sus apuntes ni en los míos habían errores, al menos ni de fechas ni de nombres nada. Más o menos los dos decían lo mismo.


En una segunda llamada telefónica, descubrí que su profesor tenía unas tendencias políticas nacionalistas (en el sentido de Cataluña como nación) y que justo antes de empezar la clase les había comentado una reciente noticia económica española no muy favorable. Entonces escuché como mi amiga contraria a los sentimientos independentistas me decía que la tesis defendida por mi profesor de bachillerato, que el movimiento catalanista había sido creado e impulsado por la burguesía barcelonesa para conseguir medidas económicas más ajustadas a sus necesidades apoyado por la intelectualidad de ese momento, tenía razón pero era lo esperado: ¿Por qué Cataluña tiene que retrasar su desarrollo económico por el resto de España?

El uso de un tiempo verbal me llamo la atención.

La conversación concluyó sin darle muchas más vueltas al tema pero en una segunda lectura de sus apuntes y con una idea tratada en este blog en Juguemos al teléfono escacharrado... me fijé en la manera en que unos apuntes y otros decían lo mismo.

Lo importante no era el qué sino el cómo.

Que Cataluña estaba industrializada mientras que el resto de España (exceptuando al País Vasco) seguía dependiendo de la agricultura es un hecho. Pero que esta industrialización conlleva una urbanización y una apertura contrario al ámbito rural y el estancamiento es una valoración.

Y si además provocas a tus alumnos con una noticia que deja a España bastante mal económicamente hablando... ¿Por qué nos extrañamos que luego oigamos afirmaciones tales como que España roba a Cataluña?

Yo no defiendo el catalanismo pero no me extraña que estudiando en Cataluña y con una historia, que se supone objetiva, tan llena de valoraciones contrarias a España los movimientos independentistas cobren fuerza. Y más con ese sentimiento de anti-catalán que se percibe en toda España.

Quizás esta entrada es un poco atrevida al afirmar todas estas cosas pero es así como lo percibo tanto en Barcelona como en Madrid o incluso en Valencia.


Siendo este último caso un tanto aparte porque tiene una relación con el catalanismo de amor-odio: es afín a él por las reclamaciones lingüísticas, ya que la situación del valenciano o catalán occidental es bastante diferente a la situación del catalán oriental o catalán a secas, pero con discrepancias en sentidos políticos representados con el lema “Mai ens fareu catalans” (Nunca nos haréis catalanes)


Pero tanto en Valencia como en Cataluña hay manifestaciones culturales, artísticas y musicales en las que participan estos sentimientos de pueblo oprimido que se les enseña en el colegio y durante toda su vida, con esto último os hago referencia a un grupo de música valenciano que ha escrito lo que ya se utiliza como himno de las reclamaciones independentistas:

La Flama - Obrint Pas

"No et limites a contemplar
aquestes hores que ara vénen,
baixa al carrer i participa.
No podran res davant d´un poble
unit, alegre i combatiu"
Vicent Andrés Estellés

Amb l’espurna de la història
i avançant a pas valent,
hem encès dins la memòria
la flama d’un sentiment.

(“No te limites a contemplar

estas hora que ahora vienen

baja a la calle y participa.

No podrán hace nada delante de un pueblo

unido, alegre y combativo.”

Vicent Andrés Estellés

Con la chispa de la historia

y avanzando a paso valiente

hemos encendido la memoria

la llama de un sentimiento)


Al fin y al cabo, esta entrada y el fragmento superior extraído de los apuntes de una estudiante catalana más, es sólo para constatar las repercusiones que puede dar el adoctrinamiento de los jóvenes para pensar lo que se quiere sin darles la libertad de elegir o de pensar por ellos mismos... ¿Cuántos de los catalanes que han estudiado esto se van a molestar en buscar otra valoración? ¿Cuántos seguirán repitiendo eso de que España les roba? ¿Cuántos se lo enseñarán a sus hijos? ¿Cuántos odiarán al resto de España? ¿Cuántos abrirán los ojos al saber que ningún texto es puramente objetivo?

1 comentario:

  1. Magnífica entrada por todo lo que planteas, directa o indirectamente.
    Atentamente,

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