martes, 17 de enero de 2012

Hablando de todo un poco.

«Después de la muerte de Don Antonio, todos los políticos podemos llamarnos de tú».
-Práxedes Mateo Sagasta
, jefe del Partido Liberal-

¿Y si ahora copiamos de Wikipedia un fragmento de la vida de este político e historiador?

“Cánovas murió asesinado el 8 de agosto
de 1897, en el balneario de santa Águeda, en el municipio de Mondragón, Guipúzcua, por el anarquista italiano MicheleAbgiolillo, inscrito en el establecimiento como corresponsal del periódico italiano Il Popolo. Según declararía en el momento de su detención, el motivo fue la venganza por las muertes de los anarquistas detenidos en Barcelona a raíz del atentado contra la procesión del Corpus en junio de 1896"

Es muy complicado gobernar un país, y mucho más si este se encuentra inmerso en un momento de inestabilidad como estaba España.

Es obvio que cuando se detenta el poder no se puede contentar a todos los ciudadanos y visto lo visto, se tiende a ayudar a un grupo en especial. Es muy fácil cometer muchos errores, Cánovas no fue la excepción, este político es famoso por sus arrestos en masa, por tortura policial, y no existe justificación para ello; no pretendo decir si el gobierno de Cánovas fue bueno o malo, eso es una opinión personal, pero no puedo evitar que me llame la atención la frase pronunciada por Sagasta ante la muerte de su “rival político”, es cierto que ambos eran dueños del poder, promovieron el caciquismo y el clientelismo pero aún así me sorprende la reacción de Sagasta; puede que solo fueran palabras vacías: es lo que debía decir, y lo dijo. Puede ser, eso no lo sé.


Aún así, quiero rescatar una conclusión que se dio en la exposición de ayer, decía algo así como “dos gobiernos, dos presidentes; cuando un gobierno va mal, se elije al otro siempre al otro, aunque existan multitud de partidos minoritarios…siempre al otro”.




Aplicable a la actualidad, ¿no? ¿Aún no nos hemos sacudido los restos de pucherazo tan habituales durante el siglo XIX? Casi podría parecer que los gobiernos del siglo XXI con los del siglo XIX tienen mucho más en común de lo que a primera vista podría pensarse...y si es así, ¿cuánto tiempo se tardará en torturar a los ciudadanos por ser sospechosos de crímenes? A menos que consideremos como tortura la multitud de recortes y el deseo de privatización por parte del gobierno…
Y dentro de unos años, cuando echemos la vista atrás, ¿qué conclusiones sacaremos? ¿Seguiremos siendo tan críticos o nos relajaremos cuando lo malo haya pasado, si es que pasa?


De todos modos, me estoy saliendo del tema. En parte quería hablar del cambio de actitud cuando hay una muerte de por medio. Ya lo decía Jorge Manrique, la muerte nos iguala a todos, pero no nos hace a todos iguales. Una persona que ha cometido crímenes no es equiparable a un jornalero que se mata todos los días trabajando, sea pobre o viejo, joven o rico… sea una persona del siglo pasado o actual.


Ahora está muy fresca la noticia de la muerte de Fraga y casi da la impresión de que en este momento hay más defensores de lo ocurrido hace escasamente unos años… cada uno debe creer lo que quiera, pero siendo consciente de la situación en general. Dejémonos de medias tintas. Las verdades no son bonitas y lo que ocurre en la realidad, tampoco; pero dejémonos de falsa hipocresía.
No estoy diciendo que un bando sea mejor que el otro sólo que mantengamos una actitud crítica, pero con todo.

Así pues, ¿tú qué piensas de todo esto?

lunes, 16 de enero de 2012

Adoctrinando nacionalismos.


En una clase de historia de segundo de bachillerato, Barcelona. Entra el profesor con un periódico en la mano. Antes de empezar la clase suele hacer un repaso a los titulares del día para que sus alumnos no olviden la realidad. El titular de hoy proclama así: El regreso de las dudas sobre la crisis pasan factura a España. (EL PAÍS | Madrid 04/01/2012)

Tras un breve repaso a la actualidad, comienza la clase.

Tema 2: Origen y consolidación del catalanismo (1833- 1901)

Causas de la transformación de la reivindicación cultural (recuperación del catalán en ámbitos cultos) a la reivindicación política:

Es básicamente, por cuestiones económicas ya que Cataluña tiene un desarrollo económico diferente al resto de España. Para empezar, Cataluña esta industrializada mientras que España tiene una economía agraria. Esta industrialización conlleva una urbanización y una apertura contrario al ámbito rural y el estancamiento (…)


Tras leer Las comunidades como movimiento antiseñorial, más concretamente la primera parte donde se hace un recorrido por el pensamiento historiográfico se me planteo la duda de si nuestros libros de texto serían objetivos puesto que nadie ponía en duda que no lo fuesen.

Esta idea fue decayendo en el olvido, mientras me zambullía en la rutina universitaria y sus miles de cosas por hacer, hasta que un día hablando por teléfono con una amiga catalana, Paula L. B., salió el tema del nacionalismo catalán quedo patente que a cada una nos habían dicho una cosa en las clases de historia. En ese momento la rete a que me pasase sus apuntes y así poder comprobar cuál presentaba errores o por qué no nos poníamos de acuerdo. Mi sorpresa llegó cuando observé que ni en sus apuntes ni en los míos habían errores, al menos ni de fechas ni de nombres nada. Más o menos los dos decían lo mismo.


En una segunda llamada telefónica, descubrí que su profesor tenía unas tendencias políticas nacionalistas (en el sentido de Cataluña como nación) y que justo antes de empezar la clase les había comentado una reciente noticia económica española no muy favorable. Entonces escuché como mi amiga contraria a los sentimientos independentistas me decía que la tesis defendida por mi profesor de bachillerato, que el movimiento catalanista había sido creado e impulsado por la burguesía barcelonesa para conseguir medidas económicas más ajustadas a sus necesidades apoyado por la intelectualidad de ese momento, tenía razón pero era lo esperado: ¿Por qué Cataluña tiene que retrasar su desarrollo económico por el resto de España?

El uso de un tiempo verbal me llamo la atención.

La conversación concluyó sin darle muchas más vueltas al tema pero en una segunda lectura de sus apuntes y con una idea tratada en este blog en Juguemos al teléfono escacharrado... me fijé en la manera en que unos apuntes y otros decían lo mismo.

Lo importante no era el qué sino el cómo.

Que Cataluña estaba industrializada mientras que el resto de España (exceptuando al País Vasco) seguía dependiendo de la agricultura es un hecho. Pero que esta industrialización conlleva una urbanización y una apertura contrario al ámbito rural y el estancamiento es una valoración.

Y si además provocas a tus alumnos con una noticia que deja a España bastante mal económicamente hablando... ¿Por qué nos extrañamos que luego oigamos afirmaciones tales como que España roba a Cataluña?

Yo no defiendo el catalanismo pero no me extraña que estudiando en Cataluña y con una historia, que se supone objetiva, tan llena de valoraciones contrarias a España los movimientos independentistas cobren fuerza. Y más con ese sentimiento de anti-catalán que se percibe en toda España.

Quizás esta entrada es un poco atrevida al afirmar todas estas cosas pero es así como lo percibo tanto en Barcelona como en Madrid o incluso en Valencia.


Siendo este último caso un tanto aparte porque tiene una relación con el catalanismo de amor-odio: es afín a él por las reclamaciones lingüísticas, ya que la situación del valenciano o catalán occidental es bastante diferente a la situación del catalán oriental o catalán a secas, pero con discrepancias en sentidos políticos representados con el lema “Mai ens fareu catalans” (Nunca nos haréis catalanes)


Pero tanto en Valencia como en Cataluña hay manifestaciones culturales, artísticas y musicales en las que participan estos sentimientos de pueblo oprimido que se les enseña en el colegio y durante toda su vida, con esto último os hago referencia a un grupo de música valenciano que ha escrito lo que ya se utiliza como himno de las reclamaciones independentistas:

La Flama - Obrint Pas

"No et limites a contemplar
aquestes hores que ara vénen,
baixa al carrer i participa.
No podran res davant d´un poble
unit, alegre i combatiu"
Vicent Andrés Estellés

Amb l’espurna de la història
i avançant a pas valent,
hem encès dins la memòria
la flama d’un sentiment.

(“No te limites a contemplar

estas hora que ahora vienen

baja a la calle y participa.

No podrán hace nada delante de un pueblo

unido, alegre y combativo.”

Vicent Andrés Estellés

Con la chispa de la historia

y avanzando a paso valiente

hemos encendido la memoria

la llama de un sentimiento)


Al fin y al cabo, esta entrada y el fragmento superior extraído de los apuntes de una estudiante catalana más, es sólo para constatar las repercusiones que puede dar el adoctrinamiento de los jóvenes para pensar lo que se quiere sin darles la libertad de elegir o de pensar por ellos mismos... ¿Cuántos de los catalanes que han estudiado esto se van a molestar en buscar otra valoración? ¿Cuántos seguirán repitiendo eso de que España les roba? ¿Cuántos se lo enseñarán a sus hijos? ¿Cuántos odiarán al resto de España? ¿Cuántos abrirán los ojos al saber que ningún texto es puramente objetivo?

domingo, 15 de enero de 2012

Modesto Lafuente



Apartados:













Desde 1854 trabajó a favor de Leopoldo O'Donnell y la Unión Liberal y participó durante el Bienio Progresista en la redacción de una nueva Constitución española.

Fue miembro de la Real Academia de la Historia.
Aparte de su famoso periódico, Modesto Lafuente es recordado por Historia General de España (1850–1867), una gran obra dividida en veintinueve volúmenes, continuada por Juan Valera, que plasma la historiografía liberal española del ochocientos. Contribuyó en la creación de la conciencia nacional española.
Otras obras suyas son Viaje de Fray Gerundio por Francia, Bélgica, Holanda y orillas del Rin (1842), con interesantes noticias de viaje, Teatro social del siglo XIX (1846), de sesgo costumbrista y satírico; Viaje aerostático (1847), sátira política sobre Europa, y La cuestión religiosa (1855), defensa de la unidad católica española.




Como los Reyes Católicos, Carlos V y su reinado apenas si ha sido objeto de interés en el siglo XIX, más allá de las Comunidades y Germanías o algún importante hecho de armas.
Modesto Lafuente es quien trata más sistemáticamente su figura y la españoliza, cosa nada fácil con quien poco residió en España y cuyo nacimiento en los Países Bajos o el hecho de ser emperador, ponía muy difícil el convertirle en un español glorioso.
¿Qué nación europea del siglo XIX podía revindicar con más razón a Carlos V? En esta competencia Lafuente le convierte en español y para ello tiene que encajar la rebelión de las Comunidades y Germanías, con su consecuente derrota, dentro de su visión no catastrofista y moderada de la historia nacional. Para esta información le resulta de gran utilidad la obra de Robertson, aunque para la interpretación del reinado y su lugar dentro de la dinastía austríaca, le es más valioso el libro de Ferrer del Río sobre las Comunidades muy poco antes.

Para limpiar el nombre de Carlos V, Lafuente dice que Carlos V es el mejor rey, que su período es el más grandioso y que a partir de él comenzó un período de decadencia que culminó con Carlos II.
Como liberal, afirma que las Comunidades de Castilla actuaron en defensa de las tradiciones y libertades del reino y que, por lo tanto, sus reivindicaciones eran de carácter nacional.
A la vez consigue apoyar a Carlos V argumentando que se condena a este rey demasiado y no se juzgan los crímenes de este movimiento popular.






Vengamos a los últimos momentos del gran Carlos V, el protagonista de aquel vastísimo drama de luchas, batallas (…) Aquel hombre infatigable, que en cuarenta años de imperio había estado nueve veces en Alemania, seis en España (…), y el agitador de África y Europa, aquel a cuya presencia temblaban los reyes y se estremecían los reinos (…), pasa desde el solio más elevado de la tierra a sepultarse en la humilde celda de un solitario monasterio.