miércoles, 12 de octubre de 2011

¿Cómo llegó al poder Carlos V?

Antes de centrarnos en el reinado de Carlos V tenemos que hablar un poco de su ascendencia justificando, así, su llegada al poder.


Como podemos ver, Maximiliano I de Austria y María de Borgoña contraen matrimonio, naciendo así Felipe I el hermoso. Por otro lado, Isabel I de Castilla y Fernando de Aragón tienen cinco hijos, los cuales contraen matrimonio con sus respectivos, sucediéndose las muertes entre estos, habiendo nuevos enlaces, etc. Los padres de Carlos V (y de sus cinco hermanos) serían, como bien podemos ver, Felipe el Hermoso y Juana la Loca heredando Carlos por ser el primogénito (1500).

Heredó un vasto imperio de sus abuelos:
            -Herencia Castellana (de Isabel): Castilla, Granada, Navarra, Plazas al norte de África y colonias americanas.
            -Herencia Aragonesa (de Fernando): Reino de Aragón, Nápoles y Sicilia.
            -Herencia Borgoñona (de María): Países Bajos, Artois, Flandes, ducado de Borgoña.
          -Herencia Imperial (de Maximiliano): la Corona de Austria y título de emperador del Imperio Alemán.


Carlos fue tremendamente afortunado, ya que todo esto fue casual, improvisado para su suerte.
Nació en Gante (Bélgica), de tal modo que cuando llegó a España (1517) desconocía sus lenguas y costumbres, rodeándose así de una Camarilla de asesores alemanes y flamencos que buscaban crear un Estado centralista y un gobierno autoritario. Siguiendo con el lema “reinos juntos pero apartados” juró los distintos fueros, ducados, señoríos… los cuales mantenían sus propias instituciones (Cortes y Parlamento). Las disputas serían continuas debido a la inmensidad de sus territorios.

Con tan solo 17 años llegó a España, teniendo que enfrentarse a una honda crisis. Su candidatura como emperador de Alemania tendría una mala acogida por parte de Castilla, ya que esta supondría más dedicación a otros territorios. Tal era la obsesión de Carlos por obtener el título que acudió a Fugger (un banquero) para pedirle un gran préstamo para así poder sobornar a los 7 electores, venciendo a sus oponentes Enrique VIII y Francisco I por unanimidad.

Sin poder hacer frente a esta deuda, decide convocar a las Cortes de Castilla en un vano intento por subir los impuestos indirectos negándose por completo los representantes, y creándose de esta manera el movimiento revolucionario llamado Las Comunidades de Castilla (1519-1521). Compuesto por el Tercer estado, parte de la pequeña burguesía y cierto apoyo del clero (inicialmente) se asientan en la idea de que el rey debe velar por la seguridad de los ciudadanos, no debiendo obedecerlo si no lo cumplía.

En Ávila se formaron las milicias urbanas y la Junta Magna, que representaba la voz de las ciudades en las Cortes. Tenían tres reivindicaciones principales: no aceptar ningún impuesto nuevo, amenazar al rey si no cambiaba de política y no cargar con los gastos de una política de la cual renegaban.

Esta actitud revolucionaria despertó cierto recelo en la nobleza, pasando estos a colaborar con el rey derrotando a las milicias en la batalla de Villalar (en Valladolid , 1521). Así, se reforzaría el autoritarismo real, que sería el eje de la Casa de Austria.

Paralelamente en Valencia y Mallorca se crearían las Germanías (1519-1523). El movimiento albergaba a un gran número de personas de las clases populares entre las que había cierto descontento popular por la monopolización de los gobiernos municipales por parte de la nobleza, el abandono de estos mismos ante la gran peste de 1519 sumado a la exposición de los ataques de los piratas berberiscos en la que se encontraban. Todo esto provocó la acción de los gremios, que expulsaron al Virrey de Valencia y derrotaron al ejército real de Gandía. Desafortunadamente para ellos la nobleza castellana y valenciana se unieron tomando Játiva, Valencia y Alcira, suponiendo su fin.

En Mallorca se hicieron con el poder durante un año perdiéndolo después por la reconquista que realizó una expedición real en 1523.
En conclusión, esta deuda repercutiría de manera decisiva en el mandato de su hijo Felipe II. La colaboración que había realizado la nobleza supondría su supremacía sobre la burguesía de manera permanente. 


María Lourdes Taruzón Herrero.

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